octubre 21, 2009

Y A NOSOTROS LOS JOVENES ¿QUÉ NOS PASA?


En las últimas semanas podremos darnos cuenta de los grandes problemas que atacan a nuestra sociedad: que si subió la bolsa de valores, que si nuestra moneda está devaluada, la crisis mundial, el incremento a los desempleos y el alza de los precios; pero alguien en algún momento se ha detenido a cuestionarse sobre qué nos está pasando a nosotros los jóvenes; creo que más de alguno diría que no.

Y por qué hablar ahora de los jóvenes, aquellas personas tan llenas de vida, los futuros líderes nacionales, emprendedores exitosos, aquellas futuras amas de casa responsables de sus hijos y principales promotoras de la santificación de sus familias, nuestros próximos gobernantes llenos de moral, o acaso la verdad es otra ¿serán los jóvenes protagonistas activos de la discriminación? Curiosa pregunta, es decir, hoy nos encontramos en una sociedad tan “preocupada por mejorar la calidad de vida y defender los derechos de los demás” que ha perdido la atención a un grupo o ente social tan importante que es difícil comprender el por qué se nos ha discriminado tanto; el ser las principales víctimas de una serie de anuncios carentes de moral y valores, de propaganda farsantes sin información adecuada, de una cultura light o permisible en donde se nos invita a vivir sin responsabilidad y a disfrutar de los placeres vanos, pero la realidad es que en el momento en que nos encontramos en peligro o necesitamos ayuda, nos dan la espalda, y nos dejan solos y vacios en un ambiente lleno de olor a muerte, y no precisamente física sino espiritual, en donde se nos han hecho creer que no se necesita de Dios para poder vivir y que por nuestra inteligencia y superioridad somos autosuficientes, a eso yo le llamaría discriminación, una discriminación espiritual y social en sonde no se nos dan los medios y herramientas adecuadas para un desarrollo sano, lleno de libertad en lugar de libertinaje, lleno de verdad en lugar de verdades a medias, porque al parecer estará siempre presente si nosotros jóvenes no nos decidimos hoy a entablar una lucha contra todo los que nos ataca, contra la pornografía gratuita de internet y televisión, contra grupos falsos o las famosas tribus urbanas en donde su realidad es que están ausentes de algo y aparentemente les satisface el hecho de pertenecer a un grupo sin ideal, sin metas ni valores y no me sorprendería que su vacio sea el de Dios y mucho menos que entre nosotros los mismos jóvenes ayudemos a que ese vacío cada vez se haga más grande con la discriminación que nos han enseñado a proporcionar entre nosotros mismos en lugar de ayudar y hacer el bien común a los demás.

Es por tal motivo que hoy te invito a ti, amigo joven, te invito a ya no formar parte de la discriminación juvenil y más aun te invito a no permitir que haya jóvenes o que cada día más sean los jóvenes que engrosen las filas de la discriminación; recordemos una frase muy trillada: “Si no eres parte de la solución, eres parte del problema”, es por eso que hoy estamos llamados a ser esa solución de la cual hoy la sociedad demanda dicha acción y los jóvenes estamos comprometidos a responderle. Para finalizar, recordemos en feliz recuerdo, aquella frase de su santidad Juan Pablo II: “JOVENES, NO TENGAIS MIEDO”

LidiaAceves

EQUIPO DIOCESANODE PASCUA